Las fortificaciones del castro de Las Cogotas aumentará la zona protegida.

Junta de Castilla y León comienza el trámite para la nueva delimitación de la zona protegida, que en 1931 se declaró Monumento Histórico Artístico, y que ahora también incluirá la necrópolis

Los castros de la provincia son una muestra de la cultura que, como tal, está protegida. Este es el caso del castro de Las Cogotas que desde 1931 estaba incluido como Monumento Histórico Artístico -y ahora es BIC en la categoría de zona arqueológica- pero que desde esta semana cuenta con una protección mayor. Esta protección se debe a un acuerdo de la Junta de Castilla y León que decidió ampliar la zona protegida des once a 230 hectáreas, según explicó el jefe del área de Cultura de la institución regional en Ávila, Alejandro Núñez.
Esta decisión tiene una clara consecuencia que no es otra que todo lo incluido dentro de este nuevo perímetro está protegido y, por tanto, antes de realizar en él cualquier actuación hace falta una autorización previa de la Comisión de Patrimonio, de forma que quede garantizada la protección del área.

Aunque la ampliación no será firme hasta que se resuelva el expediente, para lo que cuenta con un período de dos años, desde el momento que se tramita ya se cuenta con la misma protección que si estuviera resuelto. Por tanto, ahora mismo, además del despoblado protegido de manera inicial hace más de setenta años, hay un área mayor que incluye por ejemplo la necrópolis que se encuentra a unos 300 metros y que antes no estaba dentro del área considerada zona arqueológica.

Una vez hecha pública la decisión de la institución regional, el área de la zona arqueológica pasa a comprender el poblado con sus elementos de fortificación, la necrópolis y un área de protección de su terreno de influencia.
Así se podrán proteger los valores de este yacimiento donde el conjunto de fortificaciones y la necrópolis asociada muestran, según el informe presentado por la Junta de Castilla y León, «el modelo de ocupación vetón durante la II Edad del Hierro». Además, completa la secuencia que se produce con los castros de la Mesa de Miranda o Las Paredejas. Precisamente una de las novedades de la protección es la inclusión de la necrópolis que se sitúa al norte del castro y que es símbolo del ritual de la incineración y de las señales de las sepulturas con estelas verticales de granito. Además, se puede ver la presencia de armas y elementos de prestigio tales como puñales, espadas con decoración arreos o escudos.
En todo caso, la noticia de la ampliación de la zona arqueológica coincide con el anuncio realizado hace unos días de la próxima apertura de un centro de interpretación para el castro, que tendrá lugar esta primavera. Un centro que servirá para conocer el número de visitantes que se acerquen hasta el lugar, además de ser una forma de acercarse a la cultura vetona antes de visitar el castro.

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