El resurgir de los Castillos de Alicante



El patrimonio histórico del interior de la provincia de Alicante parece resurgir de entre los escombros. En los últimos meses algunos los propietarios de las diversas fortificaciones localizadas en las comarcas de l'Alcoià y El Comtat, han mostrado su interés por impulsar su recuperación y frenar su estado de deterioro. Es el caso del castillo de Benifallim, el de Penella o el de l'Orxa. Menos suerte sigue teniendo el de Barxell.

Los castillos, edificios que responden a la necesidad de defensa en una época marcada por las guerras, las conquistas y las razzias de castigo y pillaje, colman las comarcas de l'Alcoià, El Comtat, la Foia de Castalla y l'Alt Vinalopó, aunque tan sólo una tercera parte de estas fortalezas han sido conservados y restaurados. El resto están completamente abandonados y muchos de ellos presentan un estado de ruina muy avanzado.

No obstante, en los últimos meses parece que algunos de los propietarios de esas fortificaciones han decidido dejar atrás esa pasividad y empezar a tomar cartas en el asunto para evitar que se borre definitivamente una de las huellas que ha dejado la historia en la provincia. Un claro ejemplo de ello es el castillo de Penella, uno de los pocos testimonios de la convulsiva época histórica del siglo XIII en la zona, al que Jaime I el Conquistador le asignó un territorio entre el dominio de la fortaleza de Alcoy y Penáguila, comprendido entre las alquerías de Penella y de Forminyà.

Casi ocho siglos después, y tras haber experimentado un profundo deterioro con el paso de los años, este conjunto arqueológico de carácter defensivo y de control ha sido recuperado gracias al Ayuntamiento de Cocentaina y el Ministerio de Fomento. Las obras, que comenzaron a ejecutarse en 2003 y se han prolongado durante más de tres años, han supuesto una inversión de 790.000 euros aproximadamente.

Por su parte, el castillo árabe de Benifallim todavía conserva su porte majestuoso pese a encontrarse en ruina. No obstante, el pasado verano fue objeto de unas obras de mantenimiento, que corrieron a cargo de la Conselleria de Cultura, al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC). Los 90.000 euros de inversión sirvieron, principalmente, para reforzar la muralla inferior, reconstruir un contrafuerte e instalar una escalera metálica de acceso a la fortaleza.

En el caso del castillo de Perputxent, a poco más de un kilómetro del municipio de l'Orxa, la Diputación de Alicante está a punto de poner fin a una situación de deterioro extrema, ya que la fortificación se encuentra en estado de ruina progresiva.

La institución provincial firmará la compra del castillo la próxima primavera por un importe de 126.000 euros, y su objetivo prioritario es emprender de manera urgente las obras de consolidación de la estructura. Asimismo, todo apunta a que la Conselleria de Cultura colaborará en una segunda fase que pretende acondicionar la fortaleza para que pueda ser visitada.

Y en el peor de los casos encontramos al castillo de Barxell, en Alcoy. Y es que su proyecto de rehabilitación y consolidación sigue paralizado ocho meses después de que la Conselleria de Cultura diera su autorización.

El Gobierno municipal (PP) ha anunciado que requerirá de nuevo su ejecución a los propietarios, y anuncia que no otorgará nuevos plazos para iniciar esta primera fase valorada en 200.000 euros.

Esta fortificación, de origen musulmán y probablemente construida hacia el siglo XII, ha cambiado de dueño cuatro veces en los últimos cuatro años, y cabe destacar que ninguno ha impulsado su restauración pese a que les obligaba la ley al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC).

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