La Diputación empieza este año a restaurar las murallas de Labraza y Salinas de Añana


La sociedad Arabarri prevé nuevas actuaciones en las fortificaciones de Salvatierra y Antoñana y redactar los planes de Bernedo y Contrasta

Diez pueblos de Álava -Laguardia, Salvatierra, Labraza, Antoñana, Peñacerrada, Santa Cruz de Campezo, Salinillas de Buradón, Salinas de Añana, Bernedo y Contrasta- conservan parte de sus centenarias murallas. Desde hace años, la Diputación está empeñada en consolidar los restos en pie de estas fortificaciones, con el objetivo de evitar que se pierdan para siempre. Para lograrlo, el Gabinete Agirre a través de Arabarri -la sociedad foral responsable de gestionar el patrimonio cultural edificado de la provincia y, en especial, el de los 25 cascos históricos- ha redactado una serie de planes directores. Se trata de estudios con una doble finalidad: conocer el origen y la evolución de estas construcciones defensivas para, después, llevar a cabo actuaciones de restauración acordes con la edificación original.

Las murallas de Labraza,un pequeño pueblo de Oion, y de Salinas de Añana son las dos grandes novedades del plan de actuaciones de Arabarri para este año. El recinto almenado de la localidad riojano alavesa es una de las actuaciones 'estrella' de la entidad foral por tratarse de unos muros fortificados que están habitados, al tener viviendas adosadas. De hecho, el plan director redactado para su conservación competirá este año con Vitoria por un galardón internacional, el premio Ciudad Amurallada Mundial.

La primera de las intervenciones previstas para Labraza afectará a su entorno. Según detalla Carlos Marín, uno de los arquitectos de Arabarri, la intervención inicial que se va a llevar a cabo permitirá habilitar en un espacio extramuros una zona de acogida a los visitantes que se acercan a conocer este casco histórico. Así, después de la retirada de un transformador eléctrico, ahora se va a despejar el lugar de una báscula. En estos terrenos se construirá un estacionamiento de coches, del que partirá un recorrido peatonal. El segundo proyecto, ya para 2009, consistirá en la rehabilitación del arco sur de la muralla, cuando concluyan las obras de la casa de concejo.


«La muralla más social»

«Todas las actuaciones en Labraza van más allá de la muralla, ya que estamos ante la fortificación más social de Álava, en el sentido de que se trata de una muralla habitada. En el fondo, lo que se persigue es recuperar la villa en sí misma», resalta Sebastián Bayo, también arquitecto de la sociedad foral.

Para Salinas de Añana, Arabarri reserva 100.000 euros a la consolidación de los 200 metros lineales de fortificación enterrados desde el siglo XIX, y situados debajo del cerro. Se trata de una de las murallas más antiguas de Álava.

En Salvatierra, la Diputación destinará 3.500 euros para los primeros trabajos de restauración de un lienzo de la zona norte, que funcionó como segundo acceso al pueblo cuando el señor de Ayala se estableció en la villa y cortó el paso por la puerta principal.

Antoñana se beneficiará de una inyección de 20.000 euros para rehabilitar un tramo de 20 metros de su muro pincipal, y para reparar la cubierta de la casa de concejo que tiene adosada.
Los proyectos se complementan con la redacción de los planes directores de Bernedo y Contrasta, a los que se reservan 90.000 euros. Cuando estén concluidos, las murallas de todas las villas fortificadas de Álava dispondrán de estudios técnicos para su conservación.

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