Nuevos enemigos acechan a las torres de Mallorca.


Las torres de vigía y defensa que sobreviven erigidas en Calvià son un testimonio del miedo que se vivía en otros tiempos. Miedo a las incursiones de gentes extrañas.
Eran las famosas razias, ataques fugaces en que los piratas turcos o bereberes se daban al pillaje para después volver a sus bases de origen. En una costa despoblada, los guardas de las fortificaciones eran los primeros sensores del peligro que arribaba en forma de naves corsarias. Avisaban al resto de la población con señales de humo durante el día y de fuego por la noche.En el municipio de Ponent, al igual que en el resto de la isla, perviven algunas de estas construcciones, que comenzaron a levantarse en el siglo XVI. Si antes se enfrentaban al peligro de los intrusos, ahora se enfrentan a un enemigo demoledor para cualquier edificación con trascendencia histórica: el abandono de sus propietarios privados y la desidia institucional.La voz de alarma la ha lanzado la asociación conservacionista ARCA. La entidad recuerda que estas torres están catalogadas desde 1993 como Bien de Interés Cultural (BIC), lo que obliga por ley a sus dueños a garantizar la preservación. Este tipo de catalogación también obliga a la apertura al público de las edificaciones durante, al menos, cuatro días al mes. En pocas ocasiones se cumplen dichos requisitos.
Existen dos casos especialmente significativos por su preocupante estado de deterioro, advierte ARCA. Las construcciones defensivas de Cala Figuera, que datan de 1579, y de Illetes, de 1597. En el primer caso, aunque fue restaurada hace dos décadas, la erosión ha dejado sentir sus efectos. Por otro lado, parte de la fachada de la torre de Illetes, delante del club militar, se ha caído y el conjunto corre peligro de derrumbe.Aunque la asociación conservacionista apunta que ambas fortificaciones son de propiedad privada, reclama también a las administraciones públicas (Consell de Mallorca y ayuntamiento de Calvià) que asuman más protagonismo en la defensa de bienes históricos protegidos. Otras torres en Calvià -como la de es Castellot, Portals Vells y Torrenova- están mejor conservadas, pero, al encontrarse dentro de urbanizaciones privadas, el acceso para los visitantes es complicado.La mayoría de las torres de defensa son del siglo XVI y XVII. Con el tiempo, su uso decayó y en 1876 se procedió a subastar la mayoría. Con el estallido de la Guerra Civil, conocieron su último momento de actividad.

Almería conserva siete fortalezas que hacían frente a los ataques piratas


En las torres vigías, que se disponen de forma lineal a lo largo de la costa, los vigilantes se comunicaban por señales de humo · Fueron declaradas monumento nacional en 1949.

La Garrofa, Torreón de San Telmo, Torre de Torrecárdenas, Torre del Perdigal, Torregarcía, casafuerte de la Cruceta en El Toyo, y la Torre de San Miguel en Cabo de Gata siguen en pie. Desde el siglo X, cuando el califa Abd-Rahmán III fundara la ciudad con el nombre de Almariya, Almería ha tenido que sobrevivir a continuos ataques y asaltos costeros debido a su situación estratégica, punto de conexión entre Europa, Asia y África a través del Mar Mediterráneo. Para defender la capital se construyeron diversas fortificaciones, entre ellas las torres vigías, cuyo principal cometido era vigilar, alertar y comunicar el acceso marítimo de barcos enemigos. Otras, además, tenían carácter sanitario, pues servían para curar a los heridos atacados por los piratas barbaricos.

Tras años de historia, siete construcciones pudieron resistir a las guerras y a los terribles terremotos que azotaron la ciudad, y aún hoy pueden contemplarse a lo largo de la Bahía de Almería. Con este fin, el Ayuntamiento de Almería incluye la ruta de las torres vigías entre sus visitas guiadas, este año, en los meses de febrero y abril, almerienses y turistas pudieron disfrutar de este recorrido, aunque cualquiera puede hacerlo de manera autónoma, pues todas las fortificaciones son de fácil acceso.La mayoría de los torreones datan del siglo XVI, pero un turbulento terremoto en 1522 y otros posteriores acabaron con gran parte de la capital, y por consiguiente de su defensa. A ello también colaboró el estadillo de la Revolución Francesa y las guerras que posteriormente surgieron en Europa y que alcanzaron España, con el infortunio de la destrucción del dispositivo de defensa del litoral que se había levantado durante la Edad Moderna. En este sentido, los británicos también contribuyeron a la destrucción de las fortificaciones con el fin de eliminar cualquier defensa que amenazara su hegemonía marítima.En una época en que las nuevas tecnologías ni se sospechaban, los guardias se las ingeniaban para comunicarse unos con otros, de ahí que la ubicación de cada torre reciba una relevancia primordial.

Ya casi dispuestas en forma de cordón lineal a lo largo de la costa los vigilantes se avistaban mediante señales de humo por la noche, y fogatas durante el día, ante la sospecha de cualquier adversidad. Entrado el siglo XIX prescindieron del fuego y de una forma más sencilla interpretaban los mensajes con espejos y la ayuda de los rayos incidentes del sol, una técnica más avanzada en aquellos años, y prehistórica en la era del móvil.Declaradas monumento nacional en 1949, las fortificaciones han perdido sus funciones originarias, pero no por ello dejan de ser representativas del legado que los antepasados que ocuparon tierras españolas, y en especial andaluzas, dejaron.

La Torre de la Garrofa, sobre el acantilado de Cañarete es una de las torres que en la actualidad se pueden visitar. Según cita Antonio Gil Albarracín en su libro Almería, las defensas exteriores su primera traza fue construida por Luis Machuca, maestro mayor de obras de la Alhambra de Granada. De ella sólo se conserva la parte inferior, pues el resto fue demolido dado su mal estado tras la voladura a que la sometieron los británicos. En el siglo XIX con la Guerra de la Independencia y la destrucción del sistema defensivo del litoral español, para impedir la aproximación desde el mar a quienes lo controlaban fue la Garrofa, según informes de la fecha, volada por los ingleses. A esta torre se le adosó un cuartelillo y una estancia para albergue de los guardias que ocupaban dicho puesto. Éste fue sustituido por otro, como cuartel de carabineros y punto de vigilancia que aprovechaba lo que quedaba de la torre. A mediados del pasado siglo la vigilancia de costas pasó a la Guardia Civil, y de ellos el único símbolo heráldico que conserva la torre.

Finalmente, la modernización de los sistemas de control de la costa propició su abandono y el Estado procedió a su enajenación. Desde hace cinco años el catalán Carles Guàrdia es propietario de esta fortificación, pero respetuoso con el patrimonio y con la memoria histórica de los almerienses está procediendo a su restauración.

El proyecto de reconstrucción se basa en una original idea: crear sobre el acantilado un barco varado en el que la torre circular se convierte en la proa que enfila al mar.Camino al centro de la capital se encuentra el Castillo de San Telmo. En el extremo occidental del puerto de Almería desde el que se divisa una panorámica inmejorable de la urbe. Su limitada artillería contempló impotente las operaciones desarrolladas por la escuadra angloholandesa para bombardear la ciudad en 1703. Superada la Guerra de la Independencia y destruida como la anterior por los ingleses, se prosiguió con su reedificación. A comienzos del siglo XX, en él había un puesto de carabineros ocupado después por Guardia Civil. Lo llamativo del castillo en la actualidad es el faro de San Telmo construido en 1975 y cuyos destellos alcanzan 77 metros sobre el mar; éste incluye una torre cuadrada que altera notablemente la imagen del edificio histórico. Sin duda, una de las que mejor aspecto presenta es la Torre Cárdenas, denominación que da nombre al barrio norte de la capital y al hospital que allí se ubica (Torrecárdenas). Su función sería la de apoyar a la repoblación del valle del Andarax y guardar el río. Cuenta la leyenda que Gutiérrez de Cárdenas, alcaide de la Alcazaba, la manda construir para comunicarse mediante pasadizos subterráneos con su hogar en la fortaleza mayor. La Torre del Perdigal, en las inmediaciones del Aeropuerto de Almería, no ha corrido hasta el momento la suerte que la Torre Cárdenas a pesar de haberse mantenido en pie tras los períodos bélicos, y espera que una actividad le devuelva su supervivencia. Entre el Alquián y Torre García se aprecia la Casafuerte de la Cruceta, zona recientemente urbanizada con motivo de los Juegos Mediterráneos 2005. Ésta fue definitivamente construida en 1773 para el alojamiento de la tropa de Caballería y hoy se halla al final del paseo marítimo de El Toyo, mientras ansía servir algún día de museo u otro encargo cultural, pues dispone de una privilegiada situación a orillas del mar. Desde ella se percibe Torregarcía, de especial importancia para los almerienses por el hallazgo en sus inmediaciones de una figura que en 1806 dio nombre a la patrona de la ciudad. En 1502 el guarda de la fortificación, Andrés de Jaén, encontró la imagen que probablemente perteneciera a un mascarón de proa de algún barco que navegase aguas cercanas. La torre a penas tuvo función militar y con la edificación de la casa fuerte quedó prácticamente anulada, pero el hallazgo de la Virgen del Mar ha otorgado a la zona un carácter devoto, ya que durante la segunda semana de de enero de cada año Torregarcía, y en concreto la ermita construida frente a la torre, es escenario de una romería, motivo de fiesta en Almería. En el recorrido, antes de pisar tierras del municipio de Níjar, pero inmersa en el paraje natural de Cabo de Gata, se encuentra la Torre de San Miguel de Cabo de Gata, que desde mediados del pasado siglo pasó a depender de la Guardia Civil, que la utilizó durante un tiempo como casa-cuartel. Como cita Albarracín en su libro, recogiendo las palabras del popular y prestigioso escritor Juan Goytisolo: "A un centenar de metros en dirección a las salinas yergue una graciosa torre en ruinas, construida, sin duda, hace siglos, para prevenir las incursiones piratas".

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Boal ahonda en el misterio de las fortificaciones del castro de Pendia


La inusual ubicación y las desmesuradas fortificaciones del castro llaman la atención de los investigadores, que pretenden retomar el próximo verano las excavaciones

Esperamos que el año que viene éste sea un lugar de intervención, de restauración y de recuperación de información», señala Fernando Rodríguez del Cueto, director técnico de la excavación que se lleva a cabo este verano en el castro de Pendia, en Boal. Castro muestra su deseo de convertir el área en escenario de actuación de sus próximos trabajos, algo que viene a demostrar de alguna manera la riqueza castreña del concejo.

Los exitosos trabajos de excavación realizados hasta la fecha llevan a la esperanza de alcanzar nuevos descubrimientos. «Si con el tiempo podemos limpiar, es muy posible que haya más castro», añade.

Para dar a conocer la zona, el Ayuntamiento de Boal, en colaboración con el plan arqueológico de la Cuenca del Navia-Eo, ha organizado estos días una jornada de puertas abiertas en el castro, que se estudia desde hace aproximadamente cinco años.

En esta ocasión se ha contado además con la participación de varios estudiantes de Arqueología procedentes de las universidades de Oviedo y de Santiago, que han realizado diversas prácticas en el yacimiento.

El asentamiento prerromano de Pendia se encuentra situado sobre un crestón de pizarra en la ladera de los montes de Villanueva, rodeado por el arroyo de Pendia y protegido por un foso y por una potente muralla. Ha sido calificado de poblado enigmático, ya que a su ubicación topográfica inusual se suma la desproporción existente entre sus potentes fortificaciones y el reducido recinto que protegían: el castro alberga tan sólo catorce construcciones, entre las cuales destacan doce cabañas de planta circular u oblonga y dos saunas castreñas, similares a las descubiertas en el castro de Coaña.

En lo que respecta a las saunas, es posible diferenciar dos espacios. Uno de los edificios, cuya construcción data de la Segunda Edad del Hierro, se encontraba en los accesos de entrada al castro, al abrigo de las murallas y en una situación topográfica relevante, con grandes vistas panorámicas.

La llegada de Roma supondría la construcción de termas ex novo en Pendia, lo que explica la existencia de una segunda sauna en el poblado castreño. «En el interior no había restos domésticos, sino materiales», afirmó Fernando Rodríguez del Cueto.

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La Concejelía de Cultura de Alicante instará a la cesión de las torres de la huerta privadas

El Ayuntamiento las pedirá a los propietarios para arreglarlas y convertirlas en un atractivo La rehabilitación de las dos fortalezas municipales saldrán a concurso en septiembre.

La Concejalía de Cultura instará a los propietarios de torres de la huerta, clasificadas como Bien de Interés Cultural (BIC), a que cedan sus propiedades al Ayuntamiento para que éste pueda rehabilitar el edificio y convertirlo en un atractivo más de la ciudad. Así lo explicó ayer el concejal de Cultura, Miguel Valor, tras la presentación de los trabajos de georestauración en la Cara del Moro.

El redactor del proyecto de rehabilitación del emblema de la ciudad, Marius Beviá, también se encargará de los trabajos de rehabilitación de las dos fortificaciones medievales de propiedad pública, la Torre Sarrió y la Torre Ferrer, trabajos que se licitarán en septiembre y que podrían comenzar antes de terminar el año. Tendrán un plazo de ejecución de cuatro meses, según explicó el edil de Cultura, Miguel Valor.

El responsable del patrimonio cultural de la ciudad argumentó que «no era de recibo que el Ayuntamiento pidiera a los propietarios que arreglasen las torres si él mismo no las tenía en condiciones, pero, ahora, cuando concluya el proceso de rehabilitación, seremos capaces de pedirles que cedan la propiedad para que se rehabiliten». O, por lo menos, que ellos mismos las pongan en valor.

El Ayuntamiento sólo tiene en propiedad estas dos torres de vigía, de las 23 que hay catalogadas en la antigua huerta alicantina, algunas en un avanzado estado de deterioro.

Muchas de estas torres han sufrido no sólo el paso del tiempo, sino también intervenciones más bien poco afortunadas, como la apertura de vanos, ventanas y huecos en la fachada y el añadido de viviendas.

Por eso, la Concejalía de Cultura quiere comenzar a dar ejemplo con el arreglo de la Torre Ferrer y de la Torre Sarrió. Los restos de la Torre Ferrer están en el antiguo camino de la Albufereta, en un pequeño solar de 18 por 14 metros de la calle Licia Calderón. Los alrededores de la torre están edificados «sin haberse tenido consideración por este bien cultural». Con posterioridad a su construcción, a la torre se le adosó una vivienda, que utilizó parte de la defensa como habitaciones, para lo que abrieron huecos y balcones. La restauración contempla rodearla de arbolado que la aísle de los edificios cercanos.

La Torre Sarrió se encuentra hundida unos 75 centímetros por los movimientos de tierras de las calzadas circundantes. Su antiguo propietario, en la década de los años setenta, hizo obras en la misma, sin criterio patrimonial, y modificó su envergadura. El edificio, situado en la rotonda de acceso a Míriam Blasco, ha estado unos años abandonado.

En concreto, se destinarán 175.934 euros a la Torre Ferrer y 420.838 a la Torre Sarrió, aunque Valor resaltó que «no sólo se van a rehabilitar y se va a hacer un entorno dedicado a ellas, sino que se va a procurar que sean un punto de encuentro, que tengan un uso polivalente».

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El Conjunto Fortificado Islámico de Calatayud opta al programa “ Murallas Urbanas”.


El alcalde de Calatayud, Víctor Javier Ruiz de Diego, agiliza nuevos trámites administrativos para la consolidación global y en la medida de lo posible, restauración del Conjunto Fortificado
Islámico, y después de que el Ayuntamiento, en la sesión plenaria celebrada el pasado 30 de julio,
aprobara su adhesión a la Carta de Baños de la Encina, que da origen al actual Plan Nacional de arquitectura Defensiva , solicita al Departamento de Educación , Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, su participación para la conservación de todo el “Recinto Amurallado”, al igual que pidió ayuda al Ministro de Cultura para tal fin, pero en esta ocasión, a través de la firma de un convenio a tres bandas tal y como se contempla en el “Programa de Murallas”,del Plan Nacional, al que hace referencia el Subdirector General del Instituto del Patrimonio Cultural de España en una carta enviada al Alcalde, donde habla de “ una acción conjunta de Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y Ministerio de Cultura, que coordine las actividades y los presupuestos sobre la conservación del bien”.

El programa de “ Murallas Urbanas”, que centra su interés en todos recintos y conjuntos de murallas que se insertan de forma clara en el tejido urbano, estableciendo una relación biunívoca muralla-población y que los distingue de otro tipo de recintos amurallados propios de estructuras fortificadas no vinculadas a poblaciones actualmente activas, es el primero que se pone en marcha dentro de los que contempla el Nuevo Plan Nacional de Arquitectura Defensiva, que se fundamenta en la Carta de Baños de la Encina, un documento que fue elaborado en las Jornadas Técnicas abiertas a todas las Comunidades Autónomas celebradas en Baños de la Encina los días 27, 28 y 29 de septiembre de 2006 y que fue aprobado el 30 de octubre de ese mismo año.

El alcalde de Calatayud ha enviado un dossier informativo del Conjunto Fortificado Islámico, tal y como se requiere en el “Programa de Murallas Urbanas” aprobado por el Consejo de Patrimonio y hace referencia a la actuación parcial que se está llevando a cabo en uno de los paños de la “gran muralla bilbilitana” y que ya cuenta con una ayuda de 151.819,15 euros del Instituto del Patrimonio Histórico Español (IPHE), dependiente del Ministerio de Cultura.

El alcalde de Calatayud con este convenio a tres bandas (Ministerio de Cultura , Gobierno de Aragón y Ayuntamiento) pretende que la actuación en el Conjunto Fortificado sea global e integral puesto que se trata delmás antiguo, en la Península que se conserva de la época islámica, y que destaca también por su monumentalidad, justificada por sus dimensiones: compuesto por cinco castillos unidos por una serie de murallas, alcanzando una superficie de 25 hectómetros cuadrados, y su importancia histórica arquitectónica y cultural, quedó reflejada en la Carta de Baños de la Encina, un documento que se deriva de las Jornadas técnicas desarrolladas en la localidad que le da nombre y en las que estuvo presente el “Director General de Patrimonio” del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente Redón. La gran muralla de Calatayud, fue amparada por primera vez ,en el de decreto de 1.949, que protege los castillos españoles y declarado Conjunto artístico en 1.967, declarado Conjunto Histórico artístico en 1967 y bien de Interés Cultural en el inventario del Gobierno de Aragón aprobado en 2007.

Este nuevo convenio abriría otra vía de colaboración del Gobierno de Aragón, que parcialmente va a iniciar una actuación en una de las torres del Castillo de Ayyúb o Ayud, zona central del recinto fortificado, y con el Ministerio de Cultura.

Hallan un yacimiento argárico bajo las milenarias piedras del castillo de Burgalimar (Baños de la Encina, Jaén)


El castillo de Burgalimar en Baños de la Encina (Jaén), considerado uno de los dos más antiguos de Europa junto al de la ciudad italiana de Florencia, esconde bajo sus cimientos restos de un asentamiento de la edad del Bronce relacionado con la Cultura del Argar.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en el interior de la fortaleza, construida en el 968 a.C. por Alhakam II siguiendo una política de reforzamiento del poder central musulmán en Córdoba, han acabado hace unos días y han sacado a la luz diversos materiales y restos estructurales que han sorprendido a los arqueólogos.

Sebastián Moya, director de la excavación, ha explicado a Efe que lo que más les ha impresionado, porque han obtenido datos que no tenían claros, es la aparición de niveles estructurales y restos de uno o dos recintos amurallados, que evidencian que en el cerro del Cueto, bajo la fortaleza, existió un asentamiento de la edad del Bronce relacionado con el de Peñalosa.

El yacimiento de Peñalosa, situado también dentro del municipio de Baños de la Encina, se había convertido en uno de los pilares sobre los que se sustentaban las hipótesis explicativas sobre la argarización del Alto Guadalquivir.

El asentamiento del Castillo de Burgalimar tendría el doble de extensión que el de Peñalosa, y proporcionaría datos sobre una de las culturas más importantes de la antigüedad del Mediterráneo Occidental y que durante su existencia, a lo largo del segundo milenio a.C., ejerció un importante influjo en el resto de las culturas peninsulares.
Durante las excavaciones también se ha evidenciado la existencia de una fase ibérica con un oppidum del siglo IV, un mausoleo de época romana y después una fase medieval.
Esta superposición de civilizaciones en el lugar es lógica según Moya, ya que es una zona estratégica de Sierra Morena con el que se controlaba los poblados de interior del Valle del Guadalquivir.

El castillo de Burgalimar, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931, recibió su nombre del original musulmán Burch al Hamman ("castillo de baños") y pertenece al periodo califal.

La fecha de construcción era conocida por una placa encontrada en el recinto pero estos datos se reforzarán gracias al estudio de los materiales encontrados en las excavaciones y a la prueba del Carbono 14, cuyos resultados podrían estar en octubre, después de que se hayan enviado a Estados Unidos siete muestras de madera de la Torre del Homenaje.

Conquistado y reconquistado varias veces hasta su definitiva apropiación por Fernando III, cuenta con catorce torreones y la Torre del Homenaje y parece mantener su carácter militar hasta el siglo XVII, después fue usado como recinto ganadero y desde finales del siglo XIX y hasta el 1928 en cementerio municipal, utilizándose incluso el interior de las torres como criptas familiares y adosando los nichos a las murallas.

La intervención arqueológica que ha finalizado ahora comenzó a finales de octubre de 2007 para eliminar por completo el cementerio municipal y realizar sistemas de drenaje que eviten el deterioro del interior del castillo.

En total se espera que se inviertan más de dos millones de euros en el castillo entre 2007 y 2010, fundamentalmente para evitar la degradación del interior del mismo, pero también en algún proyecto para mejorar la interpretación y visita de este monumento.
Ahora es el momento del estudio de los materiales hallados en las excavaciones: cerámicas, capiteles y lápidas romanas, piezas metálicas de uso diario de la edad del cobre y del bronce..., la publicación de los datos recabados no podrá estar antes de un año, aunque antes saldrán los informes pertinentes, según Moya.
EFE

Cortegana y su castillo se ponen el traje medieval

La magia y la ciencia serán los ejes del viaje que trasladará a la época medieval durante todo este fin de semana a quien visite Cortegana (Huelva). Un paso por la cápsula del tiempo al que no le faltará detalle: torneos a caballo, mercadillo medieval, la quema de brujas, juglares, partida de ajedrez en vivo, concursos de disfraces, exposiciones, teatro, música... Y, como no podía ser de otro modo, un repaso a su gastronomía: carnes a la brasa, verduras asadas, ensalada de setas y frutos secos y, de postre, fruta variada servida en bodegón. Todo un despliegue de incentivos para los sentidos que este año alcanza la XIII edición.

Desde el jueves y hasta mañana domingo, los visitantes pueden disfrutar de la experiencia de sumergirse de lleno en lo que era una villa medieval entre los siglos XI y XIII. Alquilar el disfraz es la primera estación para pasear por los puestos del mercado y las tabernas medievales.

Permanentemente, y casi durante todo el día, el visitante podrá recorrer la denominada Ruta de los Mercaderes que invade las calles del municipio dividida en cuatro grandes zonas: Mercado del Sur, Burgo de Artesanos, Barrio Sefardí y Zoco Andalusí. Además, regando la programación preparada por el ayuntamiento no faltará en Cortegana una animación propia de la Edad Media.

Entre las actividades previstas destacan las actuaciones musicales como la del Coro Medieval que interpretó temas de la época tras la inauguración oficial, exhibiciones como la de cetrería o tiro con arco en el recinto del castillo, talleres artesanales que ofrecen al visitante una gran variedad de artículos o espectáculos de danza.

Como novedad, este año, la rotulación de sus calles lucen cartelas de aspecto medieval y abriendo los distintos mercados se han instalado grandes pórticos que marcan el acceso a la zona habilitada para las jornadas.

Esta actividad de gran interés turístico y que este año prevé congregar a unas 70.000 personas, pone de relieve la fusión de culturas que ha marcado el devenir histórico del pueblo.

Pero quien visite Cortegana para revivir su pasado sefardí y andalusí, no debe dejar pasar la ocasión de visitar su castillo, el centro de todas las jornadas. Un castillo que no fue asentamiento feudal, sino que una de esas fortificaciones construidas en apoyo de la reconquista. Hoy lo que conquista es al visitante con su patio de armas y el alcázar.

http://www.elcorreodeandalucia.es

Hallan un muro medieval-musulmán en el hospital de San Juan de Dios (Cádiz)

El tramo de muralla, fechada por los arqueólogos en torno a los siglos XI al XIII, conserva el almenado y dos torres de la misma · También han aparecido en el solar restos de estructuras de época islámica

Los trabajos que se están realizando en el antiguo del Hospital de la Misericordia de San Juan de Dios para la construcción de un geriátrico han permitido el hallazgo de un tramo de muralla medieval-musulmana fechada en torno a los siglos XI al XIII, así como de estructuras islámicas de habitación en el interior del recinto amurallado.

Hasta la fecha se ha realizado un estudio previo en el que se han identificado los elementos arquitectónicos más importantes del edificio y se ha planteado una primera hipótesis evolutiva del mismo. Así, los arqueólogos de la empresa Arqueologística S. L. encargados de las obras arqueológicas han localizado el tramo oculto de muralla que enlazaba el lienzo y las torres de la calle San Juan de Dios con la calle Posadilla y el edificio del Ayuntamiento.

La muralla tiene un grosor medio de dos metros, mide en torno a 80 metros de trazado longitudinal y tiene una altura de 12 metros. Además, se conserva el almenado y dos torres de la misma.

En el tramo perpendicular a la calle San Juan de Dios, la muralla se encontraba cubierta por un nivel de arena de playa con materiales datados en época almohade.

Asimismo, en otro de los sondeos, el que se aproxima más al solar de Carpio (Arco de los Blanco), se han localizado también restos de estructuras de época islámica. Los arqueólogos creen que la muralla podría estar construida sobre otra estructura más antigua de época romana.

Ya el pasado mes de febrero aparecieron en este solar diferentes restos de sillares de época medieval, tras la realización de remoliciones de tierra sin licencia ni control arqueológico de ningún tipo por parte de la empresa. Según argumentó la entidad, debido "a una solución técnica puntual".

Una actuación que llevó a la paralización de las obras por parte de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía el pasado 20 de febrero. No fue hasta el 5 de abril cuando la empresa hizo entrega del proyecto arqueológico demandado por la Administración, documento que recibió el visto bueno a finales de abril, permitiéndole continuar los trabajos en la totalidad del solar, aunque siempre bajo la supervisión de un arqueólogo.

En consecuencia, el solar fue dividido en tres partes, la más cercana al Arco de los Blanco, la zona central y la más cercana a la Iglesia de San Juan de Dios. En esta última, también se levantó la cautela arqueológica, permitiéndose la continuación de las obras siempre y cuando no se realizasen movimientos de tierra sin control arqueológico. Respecto a las otras dos áreas, la Delegación Provincial de Cultura requirió a la empresa constructora que preparase un proyecto, que fue aprobado por la Consejería. Esta intervención arqueológica está promovida por el Obispado de Cádiz y Ceuta bajo la tutela de la Consejería de Cultura.

www.diariodecadiz.es

Concierto de Cesar Mesa en el Castillo de Grisel (Tarazona)

Este sábado, día 2, a las 22:00 se realiza un concierto en el Castillo de Grisel, a cargo del cantante Cesar Mesa, http://www.cesarmesa.com/ Es un cantante muy conocido en Internet, tiene un productor alemán, ha grabado un disco y vende mucho en el extranjero. Dos temas de su primer disco forman parte de un recopilatorio titulado "The Best Pop Opera 2008", en el cual participaron artistas de la talla de Il Divo, Mario Frangoulis y Lara Fabian.



Actualmente en el Castillo de Grisel hay también una exposición sobre los castillos de la comarca de Tarazona y el Moncayo, realizada por nuestra asociación, Amigos de los Castillos de Aragón (www.castillosdearagon.es).

Hallan en Teulada (Alicante) una torre defensiva del siglo XVI, parte de la muralla y restos arqueológicos


"Una sorpresa que cambia todas las hipótesis urbanísticas de la localidad". Así de entusiasmado se mostró ayer el técnico de Cultura de Teulada, Jaume Buigues, en la presentación de los hallazgos encontrados en las 18 catas realizadas en el centro histórico del municipio.
Entre los descubrimientos realizados por un equipo de trabajo encabezado por el arqueólogo Josep Castelló destacan una torre de defensa semicircular del siglo XVI al lado de la iglesia, parte de la antigua muralla, silos y restos varios de cerámica de los siglos XIV y XV.
Todo el material extraído se encuentra en proceso de estudio y análisis para su correcta clasificación y restauración, afirmó Castelló.

Una vez finalizado este trabajo y para que no ocurra como en los hallazgos del camino de l'Assagador de la Torre, que acabaron en el Museo Arqueológico de Xàbia, el Ayuntamiento pedirá a Diputación los permisos necesarios para que los vestigios se expongan en Teulada .
Concretamente, en el lugar de su presentación ayer, la Sala de Jurados y Justicias del antiguo ayuntamiento, en la plaza dels Porxes ya que "según la ley deben trasladarse al museo provincial o a otro recinto habilitado" para conservar tales restos afirmó Buigues.

El concejal de Urbanismo, Antoni Joan Bertomeu, comentó que estaba satisfecho con el estudio y excavación "realizados desde que el conjunto histórico del núcleo de Teulada fuese declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que es el nivel máximo de protección a los edificios que puede otorgar el Plan de Patrimonio Cultural de la Generalitat".Durante las excavaciones, según Castelló, "se ha acercado la arqueología a los ciudadanos", y los restos encontrados "ayudarán a descubrir mejor como vivían los antiguos pobladores" de este municipio.

Los trabajos que han afectado a la plaza de l'Església y diversas calles colindantes como la de Cervantes o Vives han servido para descubrir un "fragmento maravilloso", así lo definió el arqueólogo municipal, como un trozo de muro de la antigua muralla. Una pieza de un metro de ancho que se extiende de norte a sur, desde la iglesia hasta la calle d'Enmig.

El descubrimiento más importante fue la de una torre de defensa y la línea que trazaba la verdadera muralla, ya que según la documentación con la que se contaba aparecían en otra ubicación. Los expertos explicaron que la torre defensiva se encontraría en el "quartijo", una zona reforzada dentro del fortín. Concretamente se ha descubierto un lugar de 4.60 metros de ancho y un muro de 3 metros de altura. Además, justo delante del gran hallazgo, los arqueólogos se encontraron con diez silos, agujeros en tierra que se utilizaban para almacenar el grano del XIV, cuanto la muralla y la parroquia datan del siglo XVI.

http://www.lasprovincias.es/