La Comunidad de Madrid aprobó este lunes la rehabilitación de cinco bienes pertenecientes al patrimonio histórico regional.


La Comunidad de Madrid aprobó este lunes la rehabilitación de cinco bienes pertenecientes al patrimonio histórico regional invirtiendo más de tres millones de euros en obras que ejecutará la empresa pública Arproma. Según explicó el vicepresidente y portavoz, Ignacio González, se trata de la Ermita de San Sebastián, en Perales de Tajuña; el Real Coliseo de Carlos III, en San Lorenzo de El Escorial; el Palacio del Marqués de Goyeneche, en Nuevo Baztán; el Castillo de la Coracera, en San Martín de Valdeiglesias, y la Torre del Reloj de Buitrago del Lozoya.Los fondos que se emplearán en estos trabajos proceden del 1% cultural regional, porcentaje del presupuesto destinado a obras públicas que se reserva para la conservación de bienes culturales protegidos.

Castillo de la Coracera, en San Martín de Valdeiglesias

Por otro lado, se va a iniciar la segunda fase de restauración de la Torre el Homenaje y la Torre Albarrana del Castillo de la Coracera de San Martín de Valdeiglesias, a lo que se destinarán 1.350.798,58 euros. La Torre del Homenaje es la pieza más importante del conjunto, y la Torre Albarrana, un resto de la puerta original de acceso, de gran interés histórico, que se encuentra unida a la primera mediante puente levadizo.

Los trabajos que se emprenderán en la segunda fase consisten en: acabados finales del suelo, techos, escaleras e instalaciones necesarias, así como la ejecución del pabellón exterior y de un mueble bodegero. El Castillo de la Coracera data del segundo tercio del siglo XV, y fue construido por orden del condestable de Castilla, D. Álvaro de Luna. Permaneció en uso y habitado hasta principios del siglo XVIII, sufrió importantes daños durante la guerra de la Independencia y fue rescatado hacia mediados del siglo XX por el barón del Sacro Lirio.

Por último, se van a invertir otros 265.619,60 euros en la restauración de la Torre del Reloj del recinto amurallado de Buitrago del Lozoya, una actuación que está enmarcada en el plan general de intervención de todo el recinto amurallado del casco urbano.
Con él se pretende la puesta en valor de esta zona mediante la entrega del adarve a uso público. Se trata del camino situado en lo alto de la fortificación, que la rodea y que con esta rehabilitación podrá servir de zona de paseo.

Las obras, que se llevarán a cabo en los próximos meses son la consolidación de las fábricas y reintegración de las zonas deterioradas; el acondicionamiento del nivel de coronación, y la restauración integral de la caseta que alberga la maquinaria del reloj.

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