Futuro y pasado de la fortaleza de la Mota, en Alcala La Real.

El principal monumento alcalaíno se ha recuperado, aunque aún le falta rehabilitación, con la construcción del parador su futuro se afianza y fortalece.

Hubo un momento en que el principal monumento alcalaíno, la fortaleza de la Mota, quedó en un estado deplorable y su imagen que se puede observar desde cualquier punto de la geografía comarcal, se difuminaba en el horizonte.

La democracia trajo a la fortaleza unos aires renovadores y se comenzaron diversos planes para su restauración, principalmente en las murallas donde el desgarramiento era cada vez mayor. Pero a pesar, de que este monumento lleva más de 20 años rehabilitándose aún queda mucho por hacer. No obstante, se han recuperado elementos importantes como las Casas de Cabildo, la botica, la iglesia mayor abacial, bodegas o varias de sus torres emblemáticas. La imagen de dejación ha desaparecido y la impresión que da cuando se llega a la parte central de la iglesia abacial es de esperanza. Ha sido y sigue siendo una reconstrucción trabajosa, que durará mucho tiempo, pero ya se puede alardear de su Centro de Interpretación que fue inaugurado en 2007 y que reconstruye la parte medieval a través de un audiovisual. Otros elementos se han ido añadiendo en todo el entorno de la fortaleza, como el Bosque de los Libros, un intento de plantar árboles y libros para dar fe de la unión entre ambos.

También el Rincón de los Poetas y el Muro de los Recuerdos son estancias que van aumentando el historial del monumento alcalaíno. La creación del Centro de Interpretación de la Vida en la Frontera ha significado un paso hacia delante en la dinámica de recuperación, conservación y puesta en valor del citado monumento, proceso iniciado desde el Ayuntamiento de Alcalá la Real hace más de dos décadas.

Este interés se ha plasmado en una realidad palpable en la que se integran investigación y documentación, conservación y rehabilitación de elementos singulares, todo ello encaminado a la puesta en valor y difusión de los conceptos y valores que la antigua ciudad amurallada alberga, otorgando así un peso específico importante a la recuperación y puesta en valor del patrimonio.

La Fortaleza de la Mota es mucho más que una simple fortificación de frontera. Desde tiempos prehistóricos se ha configurado como elemento estratégico y de control del territorio de primer orden, siendo en la baja Edad media, el período de mayor esplendor y protagonismo, cuando se convierte en «llave, guarda y defendimiento del reino de Castilla», como frontera con el Reino de Granada. Acercarse a la Fortaleza de la Mota es una ventana al pasado que permite conocer como era la morfología de una ciudad amurallada desde la baja Edad Media hasta el s. XVIII, así como la vida cotidiana de sus habitantes.

La explicación del concepto de Frontera y los modos de vida derivados de dicha situación, permite realizar un recorrido por el actual espacio de la Fortaleza de la Mota, que pone de manifiesto la funcionalidad y usos de la misma en otros momentos, así como su articulación con el territorio circundante. La visita a la antigua ciudad amurallada de Alcalá permite conocer y descubrir espacios emblemáticos que configuraban su trama urbana: El imponente sistema defensivo con sus tres cinturones de murallas, salpicados de torres y puertas que le conferían un carácter inexpugnable; el sistema de aljibes y canalizaciones que permitía el abastecimiento de sus habitantes; el entramado urbano, donde se puede apreciar la variedad de viviendas, con sus impresionantes bodegas para la producción y almacenaje del vino; los espacios públicos, calles y plazuelas, sin olvidar los edificios emblemáticos que se conservan como las antiguas Casas de Cabildo o la Iglesia Mayor Abacial, sirven de guía para este viaje en el tiempo, espacios únicos y singulares donde mostrar la vida cotidiana y las costumbres de una ciudad intramuros. Al mismo tiempo, con estas mejoras y nuevo equipamiento, se ha convertido en una oferta eficaz que integra el ocio, la cultura, el aprendizaje y la diversión, todo ello con el rigor histórico adecuado, convirtiendo este enclave y su visita, en un salto al pasado, a tiempos de la frontera, de luchas y de convivencia entre culturas. Todo ello con la utilización de las más modernas tecnologías, audiovisuales, maquetas, elementos 3D, etc. que hacen si cabe aún más atractiva la visita para todos los ciudadanos.