Unas jornadas analizarán las fortificaciones medievales de Córdoba.

Del 28 de septiembre al 3 de octubre se van a celebrar en Aguilar y otras localidades del entorno las primeras Jornadas sobre fortificaciones medievales del sur de Córdoba, organizadas por el Ayuntamiento en colaboración con Cultura, Diputación y la Ruta del Vino Montilla--Moriles.
Comienzan el lunes con una visita al castillo de Monturque y una conferencia de José Luis del Pino sobre el Señorío de Aguilar. El martes será el vicerrector de la UCO José Naranjo el que hablará sobre Geografía, fortalezas y poblamientos de la campiña de Córdoba , mientras se visitan diversos puntos de la comarca. Alberto León hablará el miércoles sobre Las fortificaciones castellanas del siglo XV en el reino de Córdoba . El jueves y el viernes se visitará el entorno de la Villa y las excavaciones que desde hace varios meses se vienen realizando en el castillo de Aguilar. Carmen Carbajo hablará sobre estas excavaciones y Francisco Cabezas sobre lLa villa de Aguilar a principios de la Edad Moderna Las jornadas concluirán el sábado con una visita al castillo de Alcaudete y las conferencias de Alberto León y Santiago Rodero.

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Unos hitos de arenisca señalarán dónde se alzaban las desaparecidas puertas de la muralla de Soria



Que a Soria la protegió en tiempos una amplia muralla es cosa conocida. Que se conserve algo, casi un milagro. El tiempo, la desidia, la Guerra de la Independencia, su mala fama en los albores del liberalismo, la expansión urbana, la necesidad de procurarse materiales, la falta de dinero para restaurarla y su ocultación tras edificios han contribuido activamente a su ruina y desaparición en la mayor parte del perímetro. Aún quedan importantes vestigios, pero gran parte hay que imaginarlo a pie de calle. A la recreación y la visita sobre el terreno de sus bloques apunta la ruta urbana que el Ayuntamiento tiene previsto poner en marcha. El recinto defensivo es quizá un desconocido para muchos y entre las sorpresas que se encontrarán cuando el recorrido esté señalizado estará el lugar de las antiguas puertas. Un hito de piedra arenisca marcará donde se encontraban aquellas entradas que vecinos, viajeros y comerciantes cruzaban para acceder a una ciudad que en tiempos medievales ocupaba cien hectáreas, la superficie que cercaban los 4,1 kilómetros de fortificaciones. La ruta intenta cubrir toda la longitud en lo posible, en una caminata de un par de horas.Sucede que hay fragmentos que resultan “inaccesibles”, explica Julián Hernández, gerente del Plan de Dinamización Turística, programa municipal encargado de llevar a cabo la iniciativa. Es lo que sucede en los restos que bajan desde el cerro del Castillo siguiendo la tapia del cementerio para desembocar en el crematorio. Aquí un terreno escabroso, lleno de maleza, complica el acceso a los visitantes menos osados o con dificultades de movilidad. Tampoco parece posible comprobar la reciedumbre de la construcción en otro punto. Es el tramo que va desde el Museo del Agua hasta el Castillo. Las laderas del cerro son los puntos más difíciles de llegar. Los vestigios, eso sí, pueden verse a distancia.La ruta se concibe como un recorrido urbano, con incursión en descampados. Por eso se piensa en dos tipos de señales. Por una parte, estacas de madera, como en los senderos rurales para espacios como el Mirón o el paseo de San Ginés, junto al Duero. Por otra, una simple placa con una flecha direccional para las calles. Está por determinar (se verá en el concurso de la señalización, puesto en marcha hace unos días) qué tipo de elemento alberga la flecha. Puede ser una placa de pared, o un azulejo. También un elemento de suelo, para encajar en las aceras, a modo de los que existen en algunas localidades del Camino de Santiago. Las informaciones contendrán un logotipo que identifique el recorrido y en los cruces se alzará un poste.La muralla es un elemento “muy olvidado desde siempre”, comenta el gerente del Plan, y el objetivo es reparar esta omisión, al tiempo que dotar de un atractivo turístico más a la ciudad. La posibilidad de recorrer el perímetro ofrece también un añadido: crea “conciencia” de su estado. Lo que puede entenderse como un primer paso para reanudar el interés por obras más ambiciosas. Hay que tener en cuenta que las restauraciones recientes se han limitado al lienzo de Santa Clara, mientras que los imponentes restos del Mirón esperan una consolidación en tanto se agudiza su deterioro. Por falta de dinero (tendría que ser una cantidad muy elevada dada la magnitud de lo que allí subsiste), intentos restauradores no cuajaron.Indicar dónde estaban las puertas es una parte perdurable y significativa del proyecto. Queda algo de la del Rosario, señal incluida, en la plaza del mismo nombre. Pero de las demás, ni una huella. Pocos saben que la entrada del Mirón, junto a la carretera de Logroño, albergaba la de Nájera o que en El Collado, entre Puertas de Pro y Claustrilla, se alzaba un acceso, el del Postigo. Precisamente en este punto comenzará la ruta. Las entradas se solemnizarán con hitos de arenisca, con una placa explicativa y la posible reconstrucción de su aspecto. En su caso, será una especie de tarea artística, pues se desconoce cómo eran salvo en el caso de la de Rabanera (hay viejos grabados). Puerta del Postigo, del Rosario, Nájera, Navarra (en el puente), Valobos (zona del cementerio) y Rabanera (inmediaciones de Alberca) eran las entradas, con los portillos del río y Santa Clara. Los hitos se alzarán en estos puntos.El recorrido por las murallas comenzará en pleno El Collado, con un planteamiento que se prevé unidireccional, a diferencia de lo que sucede con otros senderos. De esta manera, el visitante subirá por Puertas de Pro hasta la plaza del Rosario y de allí se internará por El Mirón y los demás espacios que o tienen fortificación, o la tuvieron o conservan algún muro o reliquia.Las explicaciones sobre el monumento se completarán con otros soportes. Así se estima algún atril que contenga datos sobre su historia, su método constructivo o su demolición en la Guerra de la Independencia.

Heraldo de Soria

Los cuatro kilómetros del antiguo perímetro de la muralla de Soria tendrán señalización.

Tampoco es que quede demasiada muralla medieval, pero entre lo que se ve y lo que puede suponerse de su recorrido hay materia para ofrecer un atractivo más, si se informa convenientemente.

El Ayuntamiento está decidido a dar a conocer las fortificaciones y lo que se intuye de ellas y a través del Plan de Dinamización Turística trabaja en su señalización La Junta de Gobierno Local dio ayer el paso para contratar los elementos divulgativos que expliquen los lienzos que aún subsisten a pie de calle, los que permanecen escondidos detrás de las casas y por dónde discurrían las defensas desaparecidas.

Cuatro kilómetros tenía el recinto y la licitación de ayer, por valor de 48.000 euros, aspira colocar hitos y señales en los lugares más destacados, incluidas las ubicaciones de las desaparecidas puertas. Al menos, que la "gente pueda imaginarse" como era la muralla de la ciudad, explicó el primer teniente de alcalde, Luis Rey, sobre la ruta turística.

No puede decirse que las antiguas defensas, demolidas durante la Guerra de la Independencia, estén en buenas condiciones o tengan una apreciable continuidad. Hace unos años se restauró el tramo de la calle Santa Clara, pero está pendiente la actuación de los importantes restos del cerro del Mirón. Quedan amplios muros en las márgenes del Duero y un par dañado que asciende por la ladera del Castillo hasta la fortificación desde la elevadora de aguas y la desaparecida puerta de Valobos. Hay partes escondidas tras las casas de Puertas de Pro y Alberca. En cuanto a vestigios de los accesos, una placa y unas piedras encajadas en un edificio recuerdan la Puerta del Rosario.

Habrá que esperar a las ofertas para conocer el diseño de las señales, ya sea mediante placas terreras como las dedicadas a los espacios machadianos o con soportes más convencionales. Más amplios planes sobre el monumento, se desarrollarán previsiblemente durante las obras de la segunda fase de las márgenes del Duero, con la apertura de las sendas en torno al Mirón y el Duero.

Heraldo de Soria

Las entrañas de la Alcazaba de Almería. La fortaleza abre sus mazmorras al público por vez primera.




La Alcazaba de Almería abre al público uno de sus rincones más secretos: las mazmorras. La actividad denominada El espacio del mes, con la que el monumento ofrece una lectura más detallada sobre algún elemento del recinto con visita guiada, se ha ampliado ante la expectación que ha levantado este lugar de cautiverio.

Las mazmorras pueden verse los miércoles, jueves y viernes de septiembre a las 18.30. Las mazmorras son un espacio que pasa desapercibido para el visitante. La dificultad de acceso, al estar literalmente bajo la alberca y la casas árabes del segundo recinto, y la humedad acumulada en estos subterráneos de ocho a 10 metros de profundidad por otros tantos de anchura y en forma de botella, hacen casi impracticable la visita de manera ordinaria.

"Para empezar, los árabes no las utilizaron como mazmorras sino como silos de trigo y cebada. Ese fue su primer uso. Pero curiosamente silo en árabe se denomina matmura, de ahí viene nuestra palabra. Se usó como mazmorra a partir del siglo XVII y, de hecho, durante la visita pueden contemplarse restos de las cadenas" explica la directora de La Alcazaba Luisa García.

Ya en la Edad Moderna Felipe III ordenó la construcción de un pósito de trigo en la ciudad para abastecer de cereal a los vecinos en época de carestía a muy bajo precio. El pósito, en los grandes silos excavados frente al Muro de la Vela, permitía la fabricación del bizcocho, un tipo de pan empleado en el aprovisionamiento militar y civil, cuyos excedentes se vendían a los barcos que atracaban en su puerto para el abastecimiento de la tripulación. Se sabe que hubo varios silos excavados en roca repartidos por la fortaleza, pero sólo se conservan los dos del segundo recinto abiertos ahora al público y otro en el tercer recinto.

M. J. LÓPEZ DÍAZ
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Nueva edición del Festival del Cava de Aragón en el castillo deIllueca.


En la localidad de Illueca, en la Comarca del Aranda (provincia de Zaragoza), se va a celebrar el próximo sábado 12 de septiembre una nueva edición del Festival del Cava de Aragón.
Organizado por Lamarca Wines, tendrá como aliciente el intento de batir el segundo récord guiness de cata de cava, que se llevará a cabo a partir de las 11 de la mañana, y que durará toda la jornada.
Hace 2 años se consiguió el récord de cata conjunta de cava en el castillo-fortaleza de Mesones de Isuela, en el que participaron 523 personas. Este año, con tu ayuda, intentaremos batir nuestro propio récord en un entorno inigualable como es el castillo deIllueca.

Entrada gratis este mes al museo de la Batalla de las Navas de Tolosa

La entrada al Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa, que fue inaugurado el pasado 17 de julio coincidiendo con el 797 aniversario de esta contienda, será gratis hasta el próximo 1 de octubre.

El Museo ha registrado cerca de 1.400 visitas durante su primer mes de apertura al público y está considerado como infraestructura clave de la Ruta de los Castillos y las Batallas por su ubicación geográfica, según ha explicado de la Diputación de Jaén. Los visitantes que se acerquen a este espacio expositivo pueden visualizar, de forma original y didáctica, los acontecimientos que se produjeron en la contienda ocurrida el 16 de julio de 1212 y en la que se enfrentaron las tropas cristianas lideradas por el rey Alfonso VIII de Castilla contra las huestes almohades del califa de Al-Andalus, al-Nasir. Los hechos históricos se presentan a través de modernos medios audiovisuales y escenografías de época mediante los que se puede comprender todos los hechos de la batalla.

Hallan restos de la muralla medieval de Uncastillo (Zaragoza)



Los trabajos para cubrir el río, ensanchar la calzada de acceso al casco urbano y mejorar dos de las plazas de Uncastillo han sacado a la luz nuevos restos de la muralla medieval y varias tumbas antropomorfas del siglo XI. Los técnicos de Patrimonio han hecho ya las catas para precisar su origen y, de momento, se ha decidido tapar los aparecidos en la plaza del Olmo. Eso sí, se mantendrán representados en la calzada.

Según fuentes del departamento de Cultura del Gobierno de Aragón, los restos aparecidos corresponden al cierre de la muralla del entorno de la iglesia de Santa María. Los arqueólogos hicieron unas catas y excavaron hasta una profundidad de 2,8 metros. Además, los enterramientos aparecidos corresponderían al cementerio del mismo templo.

También han aparecido varias tumbas antropomorfas cubiertas por una losa y con forma semicircular en la cabeza. Los sarcófagos sellados quedarán bajo el pavimento, según han decidido los técnicos. Además, también han aparecido enterramientos con forma de panteón, de los que se extraerán los restos óseos que no están en sarcófagos. Los arqueólogos han datado los restos entre el siglo XI y el XIV.

Los trabajos en la plaza del Ordinario todavía no han comenzado, aunque previsiblemente podrían aparecer nuevos restos medievales. Todas estas obras se incluyen dentro de un proyecto con el que se pretenden mejorar los accesos al municipio, crear una zona de aparcamientos para autobuses turísticos y mejorar el pavimento de las plazas céntricas.

Según explicó el alcalde de Uncastillo, José Luis Abenia, “aunque los restos se han cubierto, ha habido que incluir algunas modificaciones como echar un cemento más suave o no plantar el olmo que estaba previsto”. Las obras consisten no solo en empedrar la plaza del Olmo y la del Ordinario, sino también en ampliar la calzada de la carretera que une la vía de Sádaba a Uncastillo con la que va hasta Sos del Rey Católico. “Se va a arreglar esta zona y se cubrirá el río para evitar el estrechamiento de la zona”, añade el primer edil.

De esta forma, con una calzada de cinco metros de ancho, se facilitará el acceso al tráfico, especialmente para los autobuses que llegan hasta la localidad. Se trata de un tramo de cerca de un kilómetro y que cuenta con subvención de la Diputación Provincial de Zaragoza a través del PIEL (Plan de Infraestructuras y Equipamientos Locales). La primera fase supone cerca de medio millón de euros.

La obra tiene que estar justificada para octubre, por lo que se ajustarán al máximo los plazos. En cuanto a los trabajos en las dos plazas, estos suponen unos 200.000 euros, financiados entre el Ayuntamiento y la DPZ. “Se trata de una obra muy importante porque descongestionará una zona muy peligrosa. En estos puntos no caben dos vehículos al mismo tiempo. Se perderán puestos de aparcamiento, pero se ganará en calidad”, añadió Abenia

Madrid recuperará el Castillo de los Zapata, el único de la ciudad





El 31 de diciembre finalizarán los trabajos de restauración y musealización del Castillo de la Alameda, en Barajas, una fortaleza que encuentra sus orígenes en el siglo XV.

Según los estudios, Diego Hurtado de Mendoza mandó edificar este castillo, gracias a la concesión de la Corona a la familia por apoyarla en el proceso político conocido como señorialización. Tuvo que hacerlo entre la muerte de su padre en 1385 y la suya en 1404. La familia era dueña, además, de los castillos de Manzanares y Buitrago.

Los trabajos de restauración y musealización del Castillo de la Alameda, más conocido como Castillo de los Zapata, progresan adecuadamente. El objetivo es la consolidación de los restos y su rehabilitación parcial, en función de las necesidades de conservación, no la reconstrucción integral. ¿El fin último? Que esta fortaleza sea un documento histórico que podamos legar tal y como ha llegado a nosotros.

Este conjunto histórico, ubicado en la parcela rodeada por las calles de Joaquín Ibarra, Manuel Aguilar Muñoz y Antonio Sancha, en el distrito de Barajas, está formado por el castillo, la casa del guarda, un nido de ametralladoras de la Guerra Civil y el panteón de la familia Fernán Núñez.
El paso del tiempo, la Guerra Civil y las actuaciones de los vándalos –durante décadas fue utilizado como cantera– casi acaban con una fortaleza que encuentra sus orígenes en el siglo XV. Ahora, todo parece indicar que Madrid volverá a lucir, a partir de enero, su castillo, el único que conserva la ciudad.

Este espacio es propiedad del Ayuntamiento de Madrid, quien ya inició en 2005, desde la Concejalía de las Artes, su recuperación con un examen arqueológico. Ahora, con la inyección económica del Fondo Estatal de Inversión Local, se podrán finalizar los trabajos, que suponen una inversión de 1.932.307 euros. El objetivo de estas obras es recuperar y conservar los restos de este enclave histórico, hacerlos comprensibles a la sociedad y permitir el disfrute por parte de los visitantes de su realidad física, sus valores y significados.

Vestigios de historiaLas campañas de excavaciones realizadas hasta ahora han permitido conocer lo que se ocultaba bajo los escombros y la ruina del castillo: el patio y la base de las dos alas residenciales; los cimientos de la torre del homenaje –en la parte totalmente desmontada de la esquina oeste–; la liza con sus pavimentos y los restos del muro perimetral; y el foso, con su escarpa, la poterna, la base del puente y las huellas del jardín instalado en 1575.

Entre otros descubrimientos, los arqueólogos que trabajan en la obra han descubierto los restos de las canaletas y las fuentes del sistema de riego del jardín renacentista que el castillo tenía en el siglo XVI. “Entonces, y hablamos del siglo XVI, el castillo contaba con cuatro norias para distribuir el agua, una en cada esquina, y tuberías de un sistema a presión. Estaba muy bien diseñado”, nos cuenta maravillado Gregorio Yáñez, director del equipo de Arqueología. Los restos de las canalizaciones de las que habla Yáñez se pueden apreciar en la parte derecha de la fotografía de la página anterior.

Pepa Ávila, consejera técnica de la Dirección General de Infraestructuras culturales nos acompaña en la visita a estas dependencias, al tiempo que nos habla sobre la dificultad que entrañan estos trabajos porque “esta obra se tiene que ir adaptando a lo que los arqueólogos van encontrando”.

Otros hallazgosEstudios arqueológicos anteriores han demostrado que bajo el castillo existen restos de un poblado de cabañas prehistórico.

Muchos años después, esta fortaleza se utilizó también como prisión de nobles; aquí eran retenidos cuando no habían actuado con lealtad al rey.

Y acercándonos más en el tiempo, mucho más reciente es un legado que quedó de la Guerra Civil: un nido de ametralladoras. Durante la conflagración, el general republicano Miaja instaló en el palacio de El Capricho su puesto de mando y construyó en los jardines un refugio subterráneo, y alrededor sitió varios puntos de observación, uno de ellos este nido de ametralladoras, una pequeña construcción de hormigón semienterrada para ofrecer menos superficie a los impactos de los obuses. Además, el propio castillo en ruinas ofrecía aún una buena protección y se abrieron varios ventanucos en la parte baja de los muros.

Casa del Mayordomo
Por otra parte, se mantiene en ruinas la casa del guarda, “para continuar con las investigaciones”, nos cuenta Pepa Ávila. Esta casa se encuentra actualmente reducida a sus cimientos, pero aún estaba en uso en los años 70. Fue abandonada en 1975, y se fue arruinando. Esta casa ocupa el mismo lugar que una casa anterior vinculada al castillo: la casa del mayordomo, que aparece ya citada en un texto de finales del siglo XV. Debió construirse al otro lado del foso y junto al puente de entrada, para ampliar las dependencias del castillo, debido a su reducido tamaño, una vez pasó a manos de los Zapata.

En dos años estará consolidado el castillo de Osma (Soria), del siglo X.



La empresa Técnicas para la Restauración y Construcciones S.A. realizará las obras de consolidación del recinto alto del castillo de Osma, en El Burgo de Osma (Soria), que data del siglo X, trabajos adjudicados por el Ministerio de Cultura por más de 383.000 euros y que se prolongarán durante dos años.

La adjudicación, que aparece hoy publicada en el BOE, fue licitada con un presupuesto base de 455.532 euros, IVA incluido, y un plazo de ejecución de dos años.

La intervención se realizará en base al plan director redactado por el arquitecto Fernando Cobos y financiado por el Ayuntamiento de El Burgo de Osma.

Los primeros trabajos se centrarán principalmente en el cuerpo alto del castillo, la parte mejor conservada, y que data de la época de Ramiro II de León, en el año 912.

La estructura del castillo arrastra problemas importantes entre ellos que durante siglos se han ido robando piezas de las esquinas de las torres, por lo que los trabajos de consolidación adjudicados tendrán que reponer piezas.

El castillo de Osma domina un monte, entre los ríos Ucero y Abión, frente a la iglesia de Santa Cristina y próximo a la ciudad romana de Uxama.

El castillo tenía tres recintos amurallados de forma irregular que se adaptaban al cerro en el que se asentaban.