Un nuevo atractivo turístico para Cuéllar. ■La rehabilitación de la muralla pone en valor uno de sus principales recursos patrimoniales.


Con la cercanía de sus fiestas patronales, la villa de Cuéllar luce desde esta semana una nueva imagen que está destinada a convertirse en uno de sus principales reclamos turísticos: su muralla. Una inversión de unos cinco millones de euros servirán para poner en valor uno de los elementos arquitectónicos más importantes, que completarán el recinto del castillo y el grupo de iglesias, la mayoría de estilo mudéjar, que identifican a la mayor población de la provincia de Segovia, tras la capital.


Además de la recuperación del recinto amurallado, se están descubriendo nuevos elementos que el paso del tiempo y el escaso cuidado hacia el patrimonio, tenían escondidos. Así, las obras de rehabilitación de la muralla han sacado a la luz esta semana unos antiguos lagares de época medieval que ponen de manifiesto antiguas actividades domésticas, agroindustriales y de elaboración enológica tan ligado a la vida monástica y castellana.

El hallazgo se produjo hace unas semanas después de que se retiraran de la muralla tres viviendas construidas junto al paño, cerca del arco de San Basilio. Tras ser adquiridas por el Ayuntamiento se demolieron y las prospecciones arqueológicas han puesto al descubierto dos antiguos lagares en los que se prensaba el mosto para elaborar vino.

El arqueólogo municipal, Domiciano Vega, asegura que los restos hallados no pueden datarse con precisión, pero afirma que corresponden a la etapa entre finales de la Edad Media y principios de la Edad Moderna. Tampoco puede precisar si tiene relación con el antiguo convento de San Basilio situado en las proximidades, pero sí con algún corral que se levantara en este punto, aprovechando la solidez de la muralla.

No es lo único que han encontrado. También existe un viejo horno de barro en el que se cocía el pan y que se encuentra incrustado en la muralla. Las dos lagaretas halladas y el canal por donde discurría el mosto prensado están fabricados con elementos de piedra.

Tras su estudio, el Ayuntamiento pretende recuperar de forma integral la muralla en la zona devolviéndola sus medidas originales. Y además se pondrá en valor la zona del lagar en la zona más próxima al arco de San Basilio, por ser el que se encuentra en mejores condiciones con un enlosado de buena factura. En el otro, más deteriorado, se rellenará y se realizará una zona ajardinada.

Gestión modélica

Para llegar a este punto, el Ayuntamiento tuvo que negociar con los propietarios de las tres viviendas adosadas al arco de San Basilio y la muralla. Logró un acuerdo con los propietarios de manera que dos de ellas fueron adquiridas por un importe de 15.000 euros y la tercera, la situada en el centro, valorada en unos 20.000 euros, se obtuvo a través de una permuta por una parcela en una zona de nuevo desarrollo urbanístico.

Como en este caso, gran parte de la muralla cuellarana está salpicada por propiedades privadas que complican la intervención total.

En conjunto existe un perímetro de más de dos kilómetros de longitud y en su interior abarca unas catorce hectáreas que hacían de la villa segoviana un núcleo casi inexpugnable. A lo largo del tiempo se fue utilizando como medianería para edificaciones, corrales, e incluso para que sus gruesos y frescos muros protegieran el vino, como es el caso de este último descubrimiento arqueológico.

Ahora, junto a este elemento del patrimonio agroindustrial, los turistas podrán contemplar otros tesoros culturales hasta ahora escondidos. En la misma zona se recuperará el arranque de la antigua barbacana. Y, como una gran parte de la muralla, desde el arco de San Basilio hasta el Castillo, el perímetro de la fortaleza será transitable a través de un paseo.

En ello trabaja la empresa CyM Yáñez, a la que le fueron adjudicadas las obras de restauración de la muralla después de que en el año 2005 el Ministerio de Vivienda pusiera en marcha el programa ‘Castillos fortificaciones y elementos defensivos’. De una partida total de 4.059.000 euros, casi tres millones se destinaron a la ejecución de la primera fase de la restauración, cuyas obras arrancaron en mayo de 2007. Inicialmente se estimó que las obras se ejecutarían en cuatro anualidades para concluir en 2010, si bien las modificaciones introducidas prolongarán los trabajos hasta el último trimestre de 2011.

Fuente: http://www.rtvcyl.es

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