Se vende castillo en Santa Cruz de La Palma


El castillo de Santa Catalina es una de las dos únicas fortificaciones, la otra es el castillo de Santa Cruz del Barrio, que aún se mantienen en pie de aquellas que se construyeron para defender Santa Cruz de La Palma del ataque constante de los piratas. Una infraestructura arquitectónica de gran valor histórico, también de referencia para los capitalinos, que se encuentra en manos privadas desde hace ya más de 60 años.

Manuel Rodríguez Acosta se responsabilizó de su compra, en subasta, en nombre de un grupo de comerciantes. Era el año 1949 y el precio del castillo rondó las 300.000 pesetas de la época. La intención de los empresarios no era otra que derruirlo para la construcción de pisos que poner a la venta en el frente marítimo de la ciudad. Sin embargo, apenas dos años después, aunque hay quien cree que el expediente había sido iniciado por el Estado con anterioridad y se mantuvo en secreto hasta la venta del inmueble, se declaró Monumento Histórico Artístico, lo que impedía cualquier actuación que modificara su estado original.

Desde aquel momento, el edificio y, por ende, el suelo donde se encuentra ubicado dejó de tener valor para sus compradores, que pronto entendieron que habían perdido el dinero. Su uso ha sido escaso, al menos en la última época, estando dedicado prácticamente de forma exclusiva para actividades programadas por instituciones públicas. Ni tan siquiera está abierto para las visitas de turistas o exposiciones, pese a que es un recurso atrayente que en otros lugares de España hubiera sido explotado, tal y como ocurre con otras edificaciones similares. La intención de sus dueños, herederos, en su mayoría, de aquellos primeros compradores, ha sido desde hace ya muchos años venderlo, al no ser, bajo ningún concepto empresarial, rentable. El Cabildo, consciente de la situación, anunció recientemente su intención de adquirirlo, con el objeto de destinarlo a museo sobre las fortificaciones que existieron para la defensa no solo de la capital sino de toda la isla, un proyecto en el que cuenta con la colaboración tanto del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma como del propio Ejército.

Sin embargo, no es sencillo ponerle un precio al castillo de Santa Catalina, que ya se intentó vender en 1892 y que incluso cuando se enajenó en 1924 se hizo pensando en que se vería afectado por la mejora de la carretera general, tal y como desgraciadamente ocurrió con la portada norte de la capital, cerca de las Explanadas. Es evidente que por sus dimensiones y localización su valor es realmente elevado, pero hay que tener en cuenta las limitaciones de su uso, que coarta a posibles compradores. Además, tampoco la situación económica actual es la mejor para tratar de sacar una buena "tajada" por una propiedad inmobiliaria, por muy castillo que sea, construido entre 1683 y 1692 por iniciativa de Cepeda, regidor del Cabildo por aquellas fechas, y en cuyas paredes de piedra estuvo preso el ilustre abogado Anselmo Pérez de Brito.

La presidenta insular, Guadalupe González Taño, y el vicepresidente, Anselmo Pestana, han mantenido las primeras negociaciones con los propietarios, que en breve informarán del precio de salida para la venta de la edificación a la institución insular, que la estudiará y, en su caso, hará una contraoferta. Pese a que no es oficial, se conoce por los primeros contactos entre ambas partes que la cifra rondará los 400.000 euros. Fuentes ligadas a los dueños del castillo de Santa Catalina defienden que tal cantidad "no es bueno que se conozca", aunque deben tener en cuenta que se trata de una operación que en caso de llevarse a cabo se hará con dinero público.

Lo que a la postre se vende es un castillo que ocupa toda una manzana, frente al mar, en las cercanías de la plaza de La Alameda. Su planta es cuadrada. En su portada presenta un arco rebajado en el que figuran las armas reales. Cuenta con amplio terraplén, cárcel, almacén casa para el castellano y la guarnición y puente de madera sobre el foso, entre otras dependencias. Si al final, que puede ocurrir, no hay acuerdo con el Cabildo, cualquier persona con posibilidades económicas para querer sentirse un "rey" puede presentar su oferta.

Fuente: www.eldia.e