Once castillos en ruinas de la Safor no reciben ayudas para ser restaurados (Valencia)

Las construcciones árabes y cristianas apenas conservan la base de algunas murallas y torres La Safor cuenta con un abundante y variado patrimonio histórico y cultural. Sin embargo, no puede presumir de la buena conservación de la mayor parte de éste. Especialmente en lo que se refiere a los castillos medievales y de la época del dominio árabe en tierras valencianas.La comarca tiene once castillos repartidos por puntos estratégicos de diversos municipios: Gandia, Oliva, Alfauir, Ròtova, Villalonga, Tavernes, Benifairó, Castellonet de la Conquesta, Almiserà y La Font d'En Carròs.

Todos ellos se encuentran en un estado de ruina y absoluto abandono. Enclavados en lo alto de peñascos y montes, han dejado escasos restos de piedras que recuerdan, en algunos casos con mucha imaginación, la forma que tuvieron en su día estas construcciones defensivas y de vigilancia centenarias.La única excepción es el Bairén de Gandia, donde sí se ha acometido algunas restauraciones y hay previstas otras muchas. También en el de Santa Anna de Oliva se realizaron mejoras y se iluminó y señalizó.De todos los demás, apenas se conservan algunas piezas sueltas repartidas por la zona en la que se construyeron.

Dentro del Castillo de Santa Anna de Oliva todavía queda a la vista un aljibe. Al lado, restan huellas de diversos muros que evidencian la existencia de construcciones habituales para funciones de alojamiento de la guardia o almacenes de pólvora. También en Oliva está en Castellar. Este lugar fue ocupado en época ibérica, posiblemente entre los siglos V y I antes de nuestra era. El yacimiento ibérico tendría dos zonas importantes, el poblado -sobre la que se levantó la construcción musulmana aprovechando los bloques de piedra- y la necrópolis. Seguramente fue abandonado en época anterior a la reconquista. En el interior del recinto se encuentran los basamentos de una torre. Se conservan aspectos ornamentales en la parte exterior, fuera del castillo, donde se ve una inscripción árabe.

En la Valldigna existen también dos ejemplo. En el castillo de la Reina Mora de Benifairó se pueden distinguir dos recintos amurallados con algunas dependencias que parecen de la época cristiana. En la parte central se encuentran dos aljibes y una pequeña capilla de arcos góticos. En la parte interior sobresalen ménsulas que indican que allí habían tres plantas. Más hacia el norte del aljibe se encuentra una escalinata medio derruida por la que se accede a la parte mas alta del castillo.

Restos de muros y aljibes

La entrada de Alcalá de Alfàndec de Tavernes conserva los basamentos de unos muros que se disponen paralelamente para dificultar el acceso y al oeste, la montaña servía de defensa natural. Al noroeste hay un aljibe rectangular que ha perdido su cobertura. Entre las dos torres se observa todavía la base de un largo muro y en el interior, otros tantos que probablemente correspondían a estructuras de habitación. Se conservan algunos grafitos en árabe realizados sobre la torre mayor.Al final de senda se encuentra la primera torre redonda del Castillo de Borró de Ròtova, de la que sigue una gran y larga muralla, hoy medio derrocada. Para franquear la entrada, se levanta una torre cuadrada de dimensiones medianas, y otra muralla de un metro de anchura aproximadamente que continua siguiendo el relieve y aprovechando el acantilado como defensa natural.

Una torre hoy desaparecida, de la cual son visibles los restos de la cimentación se encuentra en la parte este de la peña, simétricamente situada respecto a la otra torre redonda respecto al centro de la plataforma.

En la parte central del recinto amurallado se encuentran unas construcciones. Otro caso es el Castillo de Palma o Castillo de Ador, pero perteneciente al término municipal de Alfauir. Se encuentra sobre un asentamiento íbero tardío, el cual sería ocupado con posterioridad por los romanos, habiéndose hallado en el mismo cerámica y otros objetos que lo atestiguan. El castillo de Vilella, en Almiserà, es de los más precarios. En el interior del recinto no se conservan aparentemente estructuras, aunque sí se puede observar bases de muros de albañilería así como fragmentos de ladrillos, que indican la existencia de espacios de habitación que, en todo caso, serían escasos y de poca entidad.

Del Rebollet, en la Font d'En Carròs, lo primero que se observa es la torre del Homenaje, probablemente del siglo XV. Adosada a los muros laterales de la torre se observa la muralla. Dentro hay un aljibe, antiguamente cubierto por una bóveda hoy derruida.En Villalonga se localiza un recinto amurallado de medianas dimensiones, donde las estructuras conservadas permiten reconocer la planta del conjunto. Se ve el trazado de una barrera de defensa protegida por un segundo recinto amurallado.

Otra estructura que ha sobrevivido es el aljibe, una estructura de cuatro muros cubiertos por una bóveda con marcas de cañizo impresas, que todavía hoy se puede contemplar. Hay restos de la que posiblemente fuera la torre Mayor. También se mantiene en pie un paramento que pertenecía a la muralla, con una coronación con merlones de los que conserva siete. En ese trozo de muralla se abre una puerta de construcción cristiana, bastante deteriorada por el paso del tiempo.

Fuente: http://www.lasprovincias.es.

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