La reforma del fondo estatal en el Castillo de San Romualdo alcanza su ecuador


La silueta de la fortificación se transforma en estos días con el crecimiento de una de las torres · Los trabajos se centran ahora en la mejora de los paramentos del patio interior.

Tiene el Castillo de San Romualdo un aspecto levemente distinto al que el ciudadano de a pie estaba acostumbrado a ver hasta hace poco. Su silueta, impertérrita al paso de los años, sufre desde hace pocas semanas una transformación como consecuencia de la actuación de emergencia financiada por el Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), cuyo presupuesto alcanza los 651.521 euros y cuyo plazo de ejecución se ha establecido en unos apretados cinco meses y tres semanas.
La obra en cuestión alcanza en estos días su ecuador con una intervención de la que ya se aprecian los primeros detalles. Porque, tal como se recogió en el pliego de condiciones inicial, la intención de esta obra es la consolidación de los paramentos -o sea, los muros- de la fortificación, de tal manera que la estructura externa del edificio, deteriorada por el paso del tiempo y por el mal uso del inmueble, recupere el esplendor y la solidez de épocas anteriores.

Adjudicada a Acrisur a comienzos de junio, esta obra ha dado además un paso más en la mejora de una de sus torres, la ubicada más cercana a la plaza Sánchez de la Campa e incluso días atrás se ha instalado un andamio con el objeto de hacerla crecer en altura. Todavía no ha alcanzado la cota definitiva que desde la dirección de obra está previsto que tenga, aunque eso sí, en la jornada de ayer, la tarea de los 16 obreros que actualmente trabajan en la intervención se desvió desde la torre hacia los muros exteriores del patio interior. En él se trabaja en la reparación de huecos para un posterior y cuidadoso enfoscado que servirá para fortalecer estos muros.
También la labor se realiza fuera, en los paramentos exteriores, que conformarán la estampa definitiva del Castillo. Una imagen que, sin embargo, ya ha sufrido algunos cambios fruto de arreglos anteriores. De hecho, una de las actuaciones iniciales consistió en la retirada de la masa de tierra que había enterrado literalmente al Castillo, en algunas zonas medio metro y en otras casi uno. Está previsto pues que la actuación termine en plazo antes de que finalice el año 2009, que es el tiempo límite concedido para las obras del Plan Zapatero.

Hasta entonces no se continuará con el resto de las obras planificadas en la zona, de las cuales se aprecian algunas pistas y sobre las que ya se ha avanzado en varios sentidos. Así, se realizaron en su momento los trabajos de consolidación de las bóvedas del inmueble así como de puesta en valor de los elementos históricos más relevantes. Aparecieron restos funerarios e incluso materiales que dataron la construcción en el siglo XIII. Como prueba de esto, la guía de un foso acerca del cual se había especulado mucho pero que durante la intervención se constató que, efectivamente, era una realidad.

Junto a esta guía, en uno de los laterales de la intervención, otro ejemplo de lo que ya se ha empezado a hacer, una muestra del perfil ajardinado y sinuoso -que de hecho imita el dibujo paisajístico de los castillos- que el arquitecto precursor del proyecto, José Carlos Sánchez, tiene previsto para la zona.

Porque la del Castillo es una intervención con carácter integral que trabajará, además de los arreglos de la propia fortificación en sí, en este diseño de los exteriores y también en la tematización del mismo, en el que hay planificado un centro de interpretación turístico que sirva para dar la bienvenida a aquellos visitantes que accedan a la ciudad por este extremo. Pero más allá, en la propia plazoleta de las Vacas, también es Sánchez el que tiene ya diseñado un profundo cambio de la misma, de tal manera que el resultado final sea un espacio unificado de rodeado de calles peatonales o semipeatonales presidido por la propia fortificación.

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