La rehabilitación de la torre de Alhamilla (Almería) deja al descubierto su sistema constructivo

La delegación de Cultura termina su actuación en este BIC tras años de demanda por parte del Ayuntamiento . La delegada y la alcaldesa (en la foto) quedaron encantadas con el resultado de la actuación.

Gracias a esta actuación, encargada al arquitecto Miguel Nieto, además de mejorar su aspecto y la seguridad, se muestra de forma clara la diferencia entre la parte original y la nueva actuación, y se ha actuado respetando la peculiaridad de la torre que deja su sistema constructivo al descubierto. La alcaldesa de Balanegra, Mercedes Tapia, acompañó ayer a la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía en Almería, Ana Celia Soler, en su visita para supervisar el resultado, que satisfizo a ambas partes. La delegada explicó que es una intervención que ha asumido la Junta, con un presupuesto de algo más de 33.000 euros «y ha consistido en una consolidación de la estructura, de los restos de esta torre de vigilancia y nos ha movido fundamentalmente a intervenir el hecho de apostar por la conservación de uno de los restos de nuestro patrimonio histórico de la provincia. Estamos muy satisfechos con los resultados, es una obra que hemos visitado durante el transcurso de la intervención y nuestros técnicos han estado haciendo el seguimiento y estamos muy contentos, por lo que felicito al arquitecto».

Esta iniciativa forma parte del Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía «y han sido muchas las torres, atalayas, castillos, etc, en los que hemos ido interviniendo en la última legislatura y también lo hemos hecho en Balanegra. Asimismo esta no será la última actuación en esta Comarca, estamos ya ultimando el programa de intervenciones para esta legislatura en defensa, protección, puesta en valor, etc por parte de la Junta de Andalucía», anunció.

Actuación esperada

Por su parte, Tapia se ha mostrado muy satisfecha de esta actuación porque «hace muchos años se arreglaron todas las torres vigía de la provincia e incomprensiblemente dejaron la de Balanegra sin tocar». Por ello, explica «nos pusimos en marcha desde al Ayuntamiento para reclamar que actuaran aquí pero nos encontramos con que el terreno en el que está no era de titularidad municipal. Ahora el dueño nos ha dejado hacer aquí un mirador también y se ha quedado todo muy bonito. Yo tengo que agradecer tanto a la delegada de Cultura como a la de Turismo su colaboración y me gustaría contar con ellas cuando inauguremos este lugar. Esta torre es del año 1.300. Estoy muy contenta por la obra, porque han sido todo facilidades con nuestro Ayuntamiento y es algo muy bueno para todo el pueblo de Balanegra».

Aspectos técnicos

Según datos de la Junta, la Torre de la Alhamilla, declarada Bien de Interés Cultural, data del siglo XV y fue utilizada para vigilar la costa ante posibles incursiones berberiscas. Según las referencias históricas alcanzaba una altura de 12,5 metros. Así lo explicó el arquitecto, Miguel Nieto, quien recordó que las obras para consolidar la estructura comenzaron el pasado mes de enero. «Medía unas 12 varas (12 metros) y lo que nos queda hoy en día es prácticamente la base de la torre, que es maciza. Se ha tratado de dejar al descubierto cómo estaba hecha la torre, se ve que está compuesta con un muro de mampuesto, de mayor tamaño, que es el que está abajo. Este se rellenaba con otro muro de tamaño inferior, y un poco más arriba podemos ver que quedan restos de suelo, una línea que marca la cota a la que estaba el acceso a la torre y donde estaría la habitación del torrero. Lo que hay por encima son restos de lo que sería la bóveda que lo cubría. La proporción que tenía sería de cuatro metros por doce, dimensiones verticales que facilitaban su comunicación con otras torres para la tarea de vigilancia de la costa».

La cara Norte, se ha conservado con la estructura original y la cara Sur es la más deteriorada, debido a que es la menos resguardada y la ha afectado el viento, el mar, etc. «En la intervención ha sido necesario coser algunas piezas que estaban a punto de caerse con resina, poliéster y alambre y también se ha utilizado material de cantería de la zona», explica el arquitecto.
La Torre de la Alhamilla se utilizaba para vigilar el mar de las posibles incursiones berberiscas. En el Libro de Apeos de Berja, del siglo XVI, encontramos referencias a ésta torre, que en el deslinde, se toma como mojón limítrofe entre las tabas de Berja y Adra.

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